miércoles, 18 de noviembre de 2009

"Culpar al destino es la pobre excusa de aquelllos que no alcanzan la meta deseada" Malcom Forbes.

La mayoría de las veces, como seres humanos caemos en la actitud infantil de buscar culpables ante nuestra incapacidad de reconocer nuestras propias limitaciones. Muchas excusas podemos encontrar con facilidad pues ese ya se ha vuelto un hábito muy bien desarrollado en cada uno de nosotros.

En mi caso particular considero que mis fracasos no son mas que limitaciones de mi propia mente. El factor que determina el que no lograra mis objetivos son el caer en la vida rutinaria y en la falta de mi capacidad de traducir mis conocimientos en la vida práctica y obtener los resultados que uno espera.

Algo en lo que en estos momentos deseo reflexionar es precisamente sobre esa particular forma que tenía de boicotear mis conocimientos y mi experiencia de vida. Desde la infancia se me dió la facilidad y despertó en mi el gusto por la lectura y después por la escritura. La palabra escrita es para mi un milagro cotidiano. Amo la palabra y todas sus formas de expresión.

Como todo ser humano, me dedique a cumplir con mis compromisos educativos: realizé la primaria y los demás grados educativos; cuando llegué al bachiller, me tuve que enfrentar al aspecto vocacional en cuanto que a definir lo y preparar mi estrategia de estudio. En aquel entonces no traté de entender el porqué me apasiono por varias áreas del conocimiento; sobre todo las vinculadas al área de las ciencias sociales y humanidades.

Aun cuando todos pensaban que terminaría estudiando la carrera de Ingeniería en sistemas computacionales o una afín (en aquel entonces estaba muy enfrascado en el mundo de la cibernética y la programación neurolinguística), o sorpresa, que me decido por algo completamente diferente.

-Madre: es evidente que ha llegado el momento de que inicies tus tramites para ingresar a la universidad. ¿Tienes todo listo?

-Abner (o sea Yo): asi es, tengo los horarios de inscripción, los documentos y demás, solo tengo que resolver en este instante un pequeño detalle; y es precisamente con usted.

Mi madre no está acostumbrada a que le de sorpresas ni positivas ni mucho menos negativas, por eso puedo decir que esa expresión suya de plena tranquilidad y templanza que observo la mayoría de las veces no me sorprendió. Según ella, la característica predominante mía de ser "ecuánime" hace que "no le quite el sueño".

-Madre:¿Y cuál es ese "pequeño detalle"?

-Abner: Es sobre la carrera que pienso estudiar. Me he decidido por estudiar Filosofía y letras.

¿Cual fue la reacción de ella? Simple y sencillamente me externo todo su apoyo.

martes, 27 de octubre de 2009

Todos pasamos por un momento de inspiracion.

Normalmente decimos que es "nuestro momento", cuando las cosas nos van saliendo como lo planeamos; o en el mejor de los casos, cuando siente uno que la adversidad nos somete y en un solo instante todo se modifica para nuestro favor.

miércoles, 14 de octubre de 2009